Leribeth Solís es de esas mamacitas que después del embarazo se ha puesto más buena que nunca, y es que no haya razón para no ser una mujer sexy.
La comunicadora, quien está metiéndole bien fuerte a los entrenamientos y a la estética, está consciente de que cuando se tiene hijos, las madres se enfocan tanto en ellos que se olvidan por completo de sus cuerpos; sin embargo, piensa que no hay motivos para dejar de ser sexy.
"Luego del embarazo el cuerpo cambia, celulitis, puede que empieces a notar más estrías en tus caderas, senos caídos o piel flácida pero ser una madre sexy es una cuestión más de actitud que de la figura que tengamos. Ser mamá no implica dejar de ser mujer".
De paso, aseguró que se tomó esa sesión de fotos donde trató de lucir sensual, y notó que sus piernas están reflejando todo su sacrificio, esfuerzo y trabajo en el gimnasio como en la estética.
El año pasado, Leribeth terminó su compromiso con el cantante panameño Aurelio Tamayo, padre de su pequeña "Salo". Eso sí, se ve que mantienen una excelente relación por su hija, pues se les ve compartiendo hasta con la hermana mayor, primogénita del artista.
Tratar de siempre dar mi mejor cara aunque por dentro esté cansada. Una mamá que llega de trabajar a atender a su hija, una mamá que se pierde de "las primeras veces", por estar en una oficina, una mamá que se queda dormida.